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Trucos para tu dieta: siempre existe una versión más saludable

Ser mexicano es vivir múltiples tradiciones a lo largo del año, sin renunciar a experiencias gastronómicas y platillos a los que estamos profundamente apegados. Pero resulta casi imposible degustarlos sin caer en los excesos.

La buena noticia es que siempre hay una opción más saludable para poder continuar disfrutando de esos sabores inconfundibles al paladar mexicano. Puedes elegir una versión diferente de los platillos más mexicanos para cada día de la semana, incluso prepararlas en temporada de fiestas, cuando una es más propensa a subir unos kilitos por el alto consumo de grasas e hidratos de carbono.

Te regalamos unos trucos para que sigas deleitándote sin remordimientos y sin sacrificar el gusto al paladar.

Pozole light

Sustituye la carne de tu pozole tradicional, por setas, que tienen un bajo aporte calórico, menos grasa y son una fuente rica de fibra y nutrientes como vitaminas del complejo B, D, fósforo, yodo y potasio que ayudan a regular nuestro metabolismo. Si prefieres la versión tradicional, aparte de comer una porción pequeña, puedes desgrasar el caldo para reducir las calorías. Acompáñalo con tostadas horneadas en lugar de fritas, y consúmelas solas o con yogur descremado, como sustituto de la crema.

Tacos y quesadillas 100% saludables

No es complicado encontrar opciones saludables si se te antoja una quesadilla o un taco a media mañana. Una buena opción pueden ser las quesadillas de huitlacoche, champiñones o flor de calabaza, con un excelente valor nutritivo y un aporte calórico menor. Adicionalmente, recuerda ordenarlas siempre al comal, verás que saben tan sabrosas como los fritas.

Enchiladas permitidas

Las enchiladas que tanto nos fascinan son tan ricas como calóricas (te pueden dejar hasta más de 400 calorías por ración). Una opción para reducir el aporte calórico es sustituir las tortillas por hojas de lechuga o por una delgada crepa realizada con claras de huevo. La salsa de chile es una buena fuente de vitamina C y antioxidantes.

Tortilla de maíz y frijoles

Son ingredientes básicos en la dieta mexicana, difíciles de eliminar de las comidas. Te aconsejamos que no lo hagas: son fuente de fibra, vitaminas del complejo B y magnesio. Solo que debes moderar su consumo (1 tortilla al día; 100 gr de frijoles) y cuidando la forma de cocinar. La tortilla prepárala siempre al comal, y los frijoles, mejor enteros y en su caldo, sin agregar ingredientes que incrementan el valor calórico (como el chorizo y el tocino de los frijoles charros).

El tabú del queso

Si tu mayor sacrificio es dejar de consumir quesos, omnipresentes en muchos platillos mexicanos (pensemos en el queso Oaxaca, manchego o añejo, por ejemplo), te sugerimos reemplazarlos por otras opciones menos grasosas, pero igualmente deliciosas, como el queso panela, cottage, fresco o requesón. Obtendrás los mismos beneficios energéticos, pero con un menor consumo de calorías.

¿Aguas o refresco?

No es lo mismo comer sin un agua de fruta fresca o un refresco helado, dos bebidas que, aunque se beben rápido pueden convertirse en grasa almacenada en nuestro cuerpo por el exceso de azúcar o de fructosa que contienen. Mejor prepáralas sin azúcar o con edulcorantes, como estevia.

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