Para bajar de peso, ¿qué funciona mejor, la dieta o el ejercicio? Ambas estrategias generalmente son asumidas como válidas, pero no siempre entendemos por qué funcionan o qué alternativas existen para perder esos kilos de más.
Y es que la pregunta realmente relevante es: ¿por qué engordamos? Ser conscientes de los mecanismos que llevan a nuestro organismo a ganar o perder peso nos puede ayudar a encontrar el mejor método para mantenernos en un peso óptimo. Aquí te explicamos cómo sucede esto.
La regla del metabolismo: Probablemente, has oído hablar del gasto energético basal, que se refiere a la cantidad mínima de energía necesaria para un adecuado funcionamiento de tu cuerpo, es decir, que pueda realizar las acciones básicas como respirar, digerir, etc. Los requerimientos diarios de energía de cada persona se deben también a la cantidad de actividades que se realizan, lo que es llamado gasto energético ligado a la actividad física que dependerá de tu ocupación y de si tu estilo de vida es activo o sedentario.
Características personales: El metabolismo basal depende asimismo de otros factores individuales, entre los que se encuentran sexo, estatura, peso y edad. Ten en cuenta que el metabolismo disminuye con la edad y con la pérdida de masa corporal.
Factores externos: Actividades como el ejercicio aeróbico y el aumento de la masa muscular pueden incrementar el metabolismo, pero este también puede verse afectado por ciertas enfermedades, los alimentos y las bebidas que consumimos, la temperatura del entorno, las horas que dormimos y los niveles de estrés.
La importancia del estilo de vida: Si tienes un estilo de vida sedentario, no te mueves mucho e ingieres una proporción elevada de calorías y alimentos poco nutritivos (como la comida chatarra), te predispones a superar la capacidad de tu organismo de quemar las calorías ingeridas. Si pasas 8 horas, o más, sentado frente a tu computadora, sin hacer ningún tipo de actividad y sin cuidar tu alimentación, tu peso tenderá a aumentar.
Por ello es tan importante el estilo de vida que adoptas: desde el número de horas que dedicas a la actividad física, hasta las decisiones que tomas en cuanto a tu alimentación (calidad y cantidad) y la frecuencia de tus comidas.
La regulación neurohormonal: Aunado al estilo de vida y los factores ya mencionados, la regulación neurohormonal que parte de los centros de alimentación en una región del cerebro llamada hipotálamo, juega un papel importante en la manera en la que ganas peso. Así, en personas propensas a la obesidad, las señales neuronales que indican al cerebro que se ha comido suficiente y que ha llegado el momento de quemar calorías es mucho más lenta, pues resulta inhibida por otras sustancias.
Dado que hay factores que puedes controlar y otros que no, lo audaz es que te centres en los que puedes influir, como tu estilo de vida. Ahora ya sabes por qué la dieta y tus actividades son importantes para mantener tu peso a raya, y que, si vas a iniciar un plan nutricional completo y una rutina de ejercicios, sería bueno que incluyas el apoyo de Redustat® para que te ayude a bajar el doble de peso.